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lunes, octubre 31, 2005

La guerra fria

Es mejor tener en cuenta las leyes universales, como aquella que dice que si aparece una pistola alguien tiene que matar a alguien -tal vez a si mismo- y no olvidar nunca que la existencia de medicamentos provoca enfermedades para luego poder curarlas y la existencia de pistolas provoca violencia. Pero siempre me gustaron las pistolas, incluso antes del "por si un dia todo falla" de Christina y las cicatrices y el crimen perfecto y los punnetazos limpios que provocan borbotones de sangre, y pelear a mordiscos y punnetazos y la ausencia de compasion mientras se lucha y las peliculas de gangsters (tambien los gangsters de verdad, como Al Capone)y los accidentes de coche o ir en un coche a punto del accidente y me gustaba sentir que mi tio podia hacer danno a cualquiera que intentara hacermelo a mi, aunque necesitara sentir su fuerza sobre mi propia munneca o sus cuchillos al borde de mi cuello para estar segura.
Quiza fue por eso que una parte de mi lo entendio todo, entendio que llegara por la noche pegando punnetazos a las puertas porque el ruido no le dejaba dormir y entendio que a la mannana siguiente dijera que esa era la unica forma de solucionar los problemas, que hablar no servia para nada y que en Rusia asi era como se hacian las cosas y que yo era una mujer y por eso jamas me iba a pegar, pero solo por eso, porque era una mujer y el era capaz de ver las diferencias entre nosotros que yo no veia por mucho que me esforzaba. O quiza lo entendi porque estoy acostumbrada, muy acostumbrada a los punnetazos en las puertas y a que los hombres digan que no pegan a las mujeres solo por eso, porque son mujeres (pero que podrian hacerlo) y que las mujeres lloriqueen para calmar su ira y exhiban aun mas su debilidad para que ellos no tengan necesidad de pegar para sentirse fuertes, y cuando desde muy pronto te acostumbras a algo es muy dificil que luego te sorprenda o te impresiones o no admitirlo como logico y normal.
Pero me lo habia prometido a mi misma, que Nunca Jamas volveria a compartir mi casa con punnetazos, asi que dije que no, que no lo entendia, y hay veces que es mejor no entender las cosas, no confiar en las pistolas, no asustarse, no admitir que pueden asustarte por ser una mujer, no lloriquear, no amenazar con mas cuchillos o mas fuerza. Simplemente decir que no lo entiendes, que no lo admites, que Nunca Jamas.

viernes, octubre 28, 2005

El Poeta

La postal permanecio pegada en la nevera con un iman. Fue la unica postal que recibio mi padre y que tuvo derecho a compartir el espacio comun del resto de postales. Era una postal de un tipo alto y rubio y extranjero que solia venir a comer a casa los domingos y que una noche borracho me recito entero Contra Jaime Gil de Biedma y en ese momento deje de amar tan solo los poemas con rima y su voz paso a ser una de esas voces que necesitamos para leer poemas.
Recuerdo las palabras exactas de aquella postal, lo mismo que ahora soy capaz de Recitar de principio a fin Contra Jaime Gil de Biedma como si estuviera borracha. Decia asi:

Entre naranjas y limones
quisiera yo meter
mi capullo y mis cojones.

El Hogar

Junto a la chimenea es posible por fin hacer planes o preguntas, porque existen preguntas que tan solo se pueden hacer a oscuras pero otras que es mejor contestar junto a la luz del fuego, iluminadas en rojo, chispeando mientras se quema la madera.
J. y yo compartimos otra chimenea, hace tiempo, cuando descubrimos que eramos amigos, que a pesar de todo (sobre todo los annos) eramos amigos y aun podiamos hacer planes, el que habia perdido la guerra pero que siempre se comporto como un ganador y yo que nunca perdi nada pero que siempre me senti un poco perdedora. Luego los paseos por la playa, o las noches cantando las mismas canciones, o aquel concierto de Michel Camillo que yo pense que me pondria demasiado triste hasta que el me llamo para invitarme o los libros que el solo me prestaba a mi (y que yo solo hubiera aceptado de sus manos) y la busqueda de los ojos del otro al final de cada pelicula para emitir un juicio exacto en una frase y una mirada no hicieron mas que corroborar aquella chimenea.
La chimenea une seres diversos y existe algo parecido a la confianza cuando nos sentamos, cuando no nos sentimos poderosos pero tampoco perdedores, cuando por fin no tenemos miedo y podemos compartir todo lo que un dia nos hizo sentir frio o dejar que se derrita el frio que aun conservamos en los huesos.

martes, octubre 25, 2005

Charity Shop

Una taza azul made in England para tomar el te 1€50
Una funda para el edredon 100% cotton verde 2€50
Don Quijote de la Mancha 60cents
Un juego de ajedrez (peon negro miss) 50cents
Una pistola 50cents
una pistola

domingo, octubre 23, 2005

Sharing my life (a modo de poetica)


Os lo dire solo una vez, porque hay cosas que es mejor guardar en secreto pero soy horrible guardando secretos y resolviendo acertijos y vale mas contar con ello. Pero entonces lo digo una vez nada mas y si lo olvidais es como si por fin fuera capaz de resolver acertijos y de guardar secretos y volvera a quedar escondido, de nuevo solo mio.
El caso es que hay una forma, un metodo, una clave que me permite algo parecido a la inmortalidad. A veces lo agradezco inmensamente, otras no se como deshacerme de ella, como un vampiro que se aburre de tener la misma edad siempre a pesar de los annos.
Lo primero es elegir el momento. Hay que hacerlo con cuidado, porque si no habitaria para siempre un instante equivocado. Si, es posible habitar instantes. Y me equivoque tantas veces con los instantes que asumo el error como algo necesario, pero cada vez escojo menos caprichosamente.
Es mas facil si en el instante hay algo que no existia hasta ese momento. Algo asi como el nacimiento de una sensación. No importa no saber explicarla, pero si se puede explicar tampoco hay por que renunciar a ella. Es mas facil tambien si hay algo hermoso o sobrecogedor, pero no siempre el mejor instante es el mas facil. Se puede escoger tambien un solo instante dentro de una cadena de movimientos identicos, repetidos dia a dia, pero en estos casos si se toma mas de uno se perdera todo. Hay que actuar con mucha precaucion.
Otra de las reglas que es preciso seguir (la mas difícil para mi, ya os dije que soy horrible guardando secretos) es justamente eso, guardar el secreto. Cuando hayamos escogido el instante no se puede decir a los demas lo que vamos a hacer. Entonces se convertiria en un vulgar juego de seduccion, como decir “te quiero” o “soy feliz”, que son palabras que nos quitan un poco de nosotros, que nos ponen al servicio de ellas mismas, que nunca son palabras sino actos. Y hablar en estos casos teatralizaria el acto de una manera burda. Si, es un acto, pero es un acto interior, por fuerza unico.
Podemos elegir los instantes con antelación, como el fotografo que sabe la hora exacta y el lugar exacto del atardecer mas fotogenico y prepara todo el equipo y pone la película adecuada y coloca el trípode. Yo lo hice una vez. Colocar el trípode y dejar el dedo en el boton el tiempo necesario para recordar para siempre unos ojos que eran azules y verdes y que todavía puedo mirar como si fueran mios y un deje catalan en el tono de voz, y lo guarde tan bien que luego no fue necesario que contestara a mis cartas. Lo vi dos veces en mi vida, las dos con mi mejor camara de fotos y luego fueron annos en que no necesite respuesta. Annos enteros, por eso digo que hay que tener cuidado, que a veces es mejor dejar que los instantes simplemente ocurran y se desvanezcan.

Lo primero las palabras: “Voy a recordar siempre este momento” “voy a recordar siempre este momento” “voy a recordar siempre este momento” repetidas una y otra vez hasta que dejen de tener sentido.

Luego los detalles: detalles infimos, recordaremos no lo que mas nos llama la atención, sino lo que se nos pasa desapercibido, las cosas sin importancia.

Luego la quietud: permanecer inmoviles, grabando en cada poro de la piel en cada viscera, en cada sentido: tacto, vista, oido, gusto, olfato.

De nuevo los detalles. Como si los dibujara encima de si mismos. Como si hiciera el esfuerzo tremendo de crearlo todo, desde cero, que no es pintar un cuadro sino darle forma a una escena de la realidad. Yo creo los colores, las formas, los sonidos, las texturas, los sabores hasta casi poder transformarme en ellos.

No es necesario elegir cosas grandes, podemos recordar porciones, como una mano azul impresa en un techo en el que pasamos la noche porque ya era demasiado tarde para volver a casa, pero no deja de ser un instante, es la mano azul del techo de ese dia, es Billie Holliday en el tocadiscos, es mi jersey de lana rojo demasiado gordo y con los codos gastados y que en el fondo no me gusta pero que siempre meto en la maleta cuando me voy de viaje porque aunque no me guste me abraza, es el colchon sobre el suelo, es un libro negro demasiado pesado sobre mi barriga y tengo que saber el peso exacto de ese libro para poder volver a la mano azul.

Luego hay que saber esperar, que es otra de las cosas –junto con guardar secretos y resolver acertijos- que peor se hacer. Pero no importa. Espero. Al final siempre espero aunque no parezca que estoy esperando. Esperamos y un dia o una noche (solemos escoger las noches para hacer estas cosas) comprobamos si podemos hacerlo, si podemos volver al instante, o que en instante vuelva a nosotros y es como si de repente alguien encendiera la luz. Entonces queda para siempre. Pueden pasar los annos que podemos volver. En el fondo es como aprenderse un poema. Y si o olvidamos no importa, un poema que se ha aprendido bien, que se ha repetido una y otra y otra vez, que se ha recitado mil veces en voz alta y otras mil en voz baja, que se ha vuelto a leer es imposible de olvidar, aunque no se recuerden las palabras.

Solo una advertencia: jamas trates de conservar momentos perfectos.

martes, octubre 18, 2005

Bajo el Volcan


Soy la hija del Volcan. No naci alli porque a mi madre no le gustaban las unnas de mi abuela. Eran unnas de pescadera o de mentirosa, unnas con las que acariciaba a las criaturas de ser humano en un gesto que ella denominaba "el relajo" y que a mi madre siempre le parecio vampirico u obsceno o ambas cosas.
Por esas unnas no naci en el Volcan, como si me hubieran sustraido a tiempo de las garras de un ave demasiado poderosa. Y por eso nos fuimos al norte, muy al norte, yo pensando en nacer y mi madre diciendo que sus padres eran mayores y que tenia que cuidarlos, porque las unnas de mi abuela no bastaban como excusa.
Y los cuido, vaya si los cuido, es de esas personas que no pueden soportar hacer algo innoble, asi que los cuido hasta la extenuacion, hasta la nausea, hasta el suenno, hasta las pesadillas, hasta el mismisimo infierno y los cuido casi hasta poder decir que estaba alli para cuidarlos, que no habia ido solo por huir de unas unnas, si no fuera porque antes de poder decirlo se murio; y eso es algo con lo que ella no contaba

***

Mi padre lo leia una y otra vez. Nunca entero, nunca de principio a fin, sino que lo sacaba al descansillo de la escalera cuando salia a fumar para no molestarme con el humo, porque yo empece a tener asma en el mismo momento del cancer terminal de mi abuelo, para poder decirle a mi madre: "yo tambien estoy mala. Yo tambien necesito que me cuides". Y mi padre no leyo a Malcolm Lowry, sino se lo fumo, se lo fumaba, se lo sigue fumando cuando lo abre al azar en cada cigarrillo, pensando que este va a ser el ultimo, que tiene que dejarlo, que sus pulmones ya estan bastante intoxicados.
Yo no lo lei hasta El Farolito. Cuando vi ese cuadro supe que tenia que leerlo para saber de donde venia, porque mi padre nunca nos dijo quien era.
Y lo lei, tambien hasta la extenuacion y hasta la nausea, tambien hasta el mismisimo infierno y comprendiendo demasiado bien y diciendo, insistiendo en que "bah, no es gran cosa, no se por que te gusta tanto", como si yo fuera lo bastante grande para juzgar un Volcan, el poder del Volcan y sus sombra interminable.
Lo lei hasta aborrecerlo y mancharlo y escupirlo como solo se puede escupir la propia tierra o la tumba de nuestros enemigos. Y odie al Consul, obviamente odie al consul, pero tambien sintiendo que yo misma podria haber escrito aquella carta, la ultima carta de Ivonne, y sabiendo que algun dia la escribiria, palabra por palabra.

Hace ya siete annos.
Siete annos desde mi primer orgasmo y siete annos desde que acompanne al Consul en su agonia. Puedo decir que entonces perdi la virginidad. Uno pierde la virginidad cuando comprende como ha nacido, que gesto lo ha creado, y yo naci del Volcan. De su amenaza, del humo y de la sombra. Del rencor. Del calor sofocante y tambien del deseo y la resignacion, del trocito de infierno que se planta en medio del oceano y se convierte en una tierra hermosa.

sábado, octubre 15, 2005

Grayuela


Lo recuerdas, verdad? Recuerdas que los hombres se dividian en cuatro categorias irreconcilibles: Los que no conocian a Cortazar, A los que no les gustaba Cortazar, los que preferian los cuentos y el ultimo grupo, el mas peligroso, el que nos hacia escondernos o temblar o poner al menos ante nosotras una gruesa proteccion de sarcasmo: los apasionados por Rayuela.

Porque nunca quisiste ser La Maga y yo nunca quise besar un Capitulo 7, y ninguna de las dos habiamos aprendido a volar, malgre Oliverio, y nos negamos con fuerza a ser parte de la historia. Nos negamos a ser descritas, o buscadas, o descubiertas y ellos solo querian decribir o buscar o describir o simplemente seguir las reglas de otro juego, amando a mujeres mayores (que podian ser su madre o que lo eran realmente), exigiendonos que fueramos mas altas, mas lejanas, mas inalcanzables.

Yo lo recuerdo siempre, y recuerdo que me costo abrir ese libro como otra maldicion (si, tambien es de esa clase de libros que te esperan) y que respire con alivio al descubrir que yo no estaba alli, que podia aprender a jugar pero que no era parte del juego, porque Rayuela es despues de todo un libro solitario, y eso es lo que ellos no comprendieron nunca. Por eso nos necesitaban y por eso me negue, me negue incluso mientras lo estaba leyendo y no podia evitar subrayar y doblar paginas pero me negaba y torcia la boca. Y tu que siempre entendiste Rayuela antes de leerla, incluso sin leerla, mucho mejor que cualquiera que respondia lleno de un raro orgullo "Oh, Rayuela, mi libro favorito". Y yo que no pude leer Rayuela sin ti, porque despues de todo tu me ensennaste a hacerlo.

Ahora que L., con sus 16 annos recien cumplidos (casi a la vez que yo) me dice: "El(siempre hay un el) no quiere quedar conmigo. Ha leido Rayuela y dice que solo quiere verme si nos encontramos por casualidad" no se si sonreir (o, mejor dicho, no se que clase de sonrisa poner en mi boca). Ahora que me deje Rayuela lejos, como si me bastara leerla una sola vez y que sigo jugando a nuestro juego, ahora que he dibujado -a pesar de mi misma- las diez baldosas y las he pegado en la puerta de mi habitacion, ya no respiro con alivio. Simplemente lo acepto, con resignacion y hasta con sarcasmo, acepto a Cortazar todo entero porque yo tambien... a veces, y cuando no me ve nadie... yo tambien soy Rayuela.

jueves, octubre 13, 2005

Absalom, Absalom!

Ahora se que ha existido siempre, que estaba ahi esperandome. Pacientemente porque necesito que tengan mucha paciencia conmigo y el o ello me espero durante tres annos y un mar porque tenia un nombre que sonaba muy fuerte, que retumbaba borrando el resto de la historia y yo solo podia leer un nombre y no, no es un libro de los que puedas leer a secas y para esos es mejor esperar a ser suficientemente fuerte para soportarlo, y entonces se les exige paciencia y te esperan desde el rincon mas visible de la estanteria, acompannandote cerrados en la mochila, mirandote, diciendote que no importa lo que tardes, pero que te estan esperando.

Y entonces, un dia, te mudas a ellos. Con todas las consecuencias, dejando atras la casa que ya tenias, el cuarto que sabias de memoria antes de abrir los ojos, los objetos que no tenian significado concreto (o si) pero que te acompannaban con sus formas familiares. Te mudas y entras en un libro y ocurre pocas veces en la vida pero cuando ocurre es mejor estar preparado y ser fuerte y no asustarte de que parezca inhospito o demasiado grande o de no estar acostumbrada a la textura de los muebles.

No sabre nunca si soy yo la que me he mudado o ha sido el, con sus cien millas cuadradas de terreno, el que se ha mudado a mi (me parece que tiene que ser lo primero, porque yo soy pequenna y no se si me caben dentro cien millas cuadradas) pero se que ha existido siempre y ahora ya no podremos vivir lejos uno del otro -quiza nunca pudimos y antes simplemente lo fingiamos-.

Es una maldicion como otra cualquiera.

jueves, octubre 06, 2005

Companneros de viaje

Bebo te. Ahora si. El te que sigue caliente aun cuando se ha enfriado y no el de antes, el que siempre estuvo frio incluso recien servido. Lo trajo una mariposa que sobrevolo sin descanso todo el mar cantabrico, con las patas manchadas de te, de piedras de mi playa, que vino impulsada tan solo por un soplo (porque hay soplos capaces de hacer volar a las mariposas a traves de oceanos enteros, como hay voces capaces de abrazar y de permanecer pegadas a las letras de los poemas como las piedras y el te a las patas de las mariposas y si hay alguien en el mundo con esa voz o con ese soplo esa persona es G.). Bebo te y fue el cumpleannos de H., la misma H. que el puso a su nombre, delante de su nombre, obstinadamente, como un viejo intelectual desfasado o un ninno que de repente les dice a sus padres que tiene otro nombre, pero que a la vez les perdona -solo a ellos- que le llamen con el nombre de antes. Fue su cumpleannos y me parece como si no hubiera sido, porque yo no estaba alli y desde el momento en que nos sentamos juntos en el curso de LA METAFORA fue como si hicieramos un pacto, uno de esos pactos entre ninnos, inocente pero inquebrantable, de que siempre celebrariamos juntos nuestros cumpleannos (y yo nunca en mi vida habia celebrado un cumpleannos), lo mismo que no necesitamos indagar mucho para saber que cada uno de nosotros hubiera podido vivir en un burdel o un monasterio indistintamente. Y ya se acerca Halloween y creo que voy a poder disfrazarme sin G., aunque tendre que llevar algo que me recuerde a ella, porque si no no sera igual de magico, no me transformare como nos transformamos cuando nos disfrazamos juntas, tomandonoslo en serio, siendo conscientes de que por corto que sea el carnaval es otra realidad con otras reglas, que no podemos o no debemos traicionar. Y creo que tambien podre encender velas e invocar espiritus sin H. aunque tendre que pensar en H. porque si no corro el riesgo de no sentirme poderosa y quiza necesite tambien aprender sus palabras porque con las mias no sera suficiente. Y sonreire con la pequenna S. que es tan ninna aun siendo tan mujer, capaz conmigo de confesar secretos en medio de multitudes o ante los elefantes y podre de nuevo ser inocente, con ella, que siempre lo va a ser ocurra lo que ocurra.
Bebo te y aun hay otro nombre, pero nos hicimos demasiado danno como para escribir tan siquiera su inicial y ademas tenemos el pacto de olvidarnos mutuamente, aunque tambien recordare, aunque intente evitarlo, pero no quienes fuimos ni quienes somos ahora, sino las partes de nosotras que nunca se conocieron. Bebo te. A vuestra salud, companneros. O, mejor dicho, con vosotros, con quienes viajo, aun cuando no os vea.