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jueves, octubre 06, 2005

Companneros de viaje

Bebo te. Ahora si. El te que sigue caliente aun cuando se ha enfriado y no el de antes, el que siempre estuvo frio incluso recien servido. Lo trajo una mariposa que sobrevolo sin descanso todo el mar cantabrico, con las patas manchadas de te, de piedras de mi playa, que vino impulsada tan solo por un soplo (porque hay soplos capaces de hacer volar a las mariposas a traves de oceanos enteros, como hay voces capaces de abrazar y de permanecer pegadas a las letras de los poemas como las piedras y el te a las patas de las mariposas y si hay alguien en el mundo con esa voz o con ese soplo esa persona es G.). Bebo te y fue el cumpleannos de H., la misma H. que el puso a su nombre, delante de su nombre, obstinadamente, como un viejo intelectual desfasado o un ninno que de repente les dice a sus padres que tiene otro nombre, pero que a la vez les perdona -solo a ellos- que le llamen con el nombre de antes. Fue su cumpleannos y me parece como si no hubiera sido, porque yo no estaba alli y desde el momento en que nos sentamos juntos en el curso de LA METAFORA fue como si hicieramos un pacto, uno de esos pactos entre ninnos, inocente pero inquebrantable, de que siempre celebrariamos juntos nuestros cumpleannos (y yo nunca en mi vida habia celebrado un cumpleannos), lo mismo que no necesitamos indagar mucho para saber que cada uno de nosotros hubiera podido vivir en un burdel o un monasterio indistintamente. Y ya se acerca Halloween y creo que voy a poder disfrazarme sin G., aunque tendre que llevar algo que me recuerde a ella, porque si no no sera igual de magico, no me transformare como nos transformamos cuando nos disfrazamos juntas, tomandonoslo en serio, siendo conscientes de que por corto que sea el carnaval es otra realidad con otras reglas, que no podemos o no debemos traicionar. Y creo que tambien podre encender velas e invocar espiritus sin H. aunque tendre que pensar en H. porque si no corro el riesgo de no sentirme poderosa y quiza necesite tambien aprender sus palabras porque con las mias no sera suficiente. Y sonreire con la pequenna S. que es tan ninna aun siendo tan mujer, capaz conmigo de confesar secretos en medio de multitudes o ante los elefantes y podre de nuevo ser inocente, con ella, que siempre lo va a ser ocurra lo que ocurra.
Bebo te y aun hay otro nombre, pero nos hicimos demasiado danno como para escribir tan siquiera su inicial y ademas tenemos el pacto de olvidarnos mutuamente, aunque tambien recordare, aunque intente evitarlo, pero no quienes fuimos ni quienes somos ahora, sino las partes de nosotras que nunca se conocieron. Bebo te. A vuestra salud, companneros. O, mejor dicho, con vosotros, con quienes viajo, aun cuando no os vea.

4 Comments:

At 08 octubre, 2005, Blogger Azena said...

Sin comentarios. Sin palabras.

 
At 09 octubre, 2005, Anonymous Anónimo said...

Emocionante leer esta celebración, este convite, esta fiesta de te transcrita con un teclado británico, en texo con grafías antiguas, la presencia que esconden las enes geminadas, luz en el desierto del mar irlandés hacia el que miran las costas regadas por el río al que bendices con tu sola presencia en la isla de la monja. Sí, porque no será ni un monasterio ni un burdel, pero tu conviertes tu casa en cualquiera de los dos recintos por tu sola presencia, S. Templos en los que nos reconocemos y a los que llevamos el agua de los pozos mágicos encontrados en el bosque, nuestros faros para conducirnos por la tierra. Aún quedan muchas celebraciones de mi cumpleaños, porque sin la tuya no estarán plenamente celebrados aunque sí cumplidos. Falta un té y una lectura después del eclipse. Camino de Shamain vamos besando sombras.
H.

 
At 12 octubre, 2005, Anonymous Anónimo said...

Y mil historias de halloween, un darth vader y una traje negro ajustado. Te extraño, menos mal que aún sé de ti, que cuando leo es como si escuchase tu voz.

 
At 15 octubre, 2005, Blogger Grace en el País de Las Maravillas said...

Desde que tú no estás G. nunca se queda sin voz, sigue con un tono ronco, propio para cantar nanas a los niños, pero nunca se queda sin voz, para que estés lo lejos que estés puedas oirla siempre...

 

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