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jueves, octubre 13, 2005

Absalom, Absalom!

Ahora se que ha existido siempre, que estaba ahi esperandome. Pacientemente porque necesito que tengan mucha paciencia conmigo y el o ello me espero durante tres annos y un mar porque tenia un nombre que sonaba muy fuerte, que retumbaba borrando el resto de la historia y yo solo podia leer un nombre y no, no es un libro de los que puedas leer a secas y para esos es mejor esperar a ser suficientemente fuerte para soportarlo, y entonces se les exige paciencia y te esperan desde el rincon mas visible de la estanteria, acompannandote cerrados en la mochila, mirandote, diciendote que no importa lo que tardes, pero que te estan esperando.

Y entonces, un dia, te mudas a ellos. Con todas las consecuencias, dejando atras la casa que ya tenias, el cuarto que sabias de memoria antes de abrir los ojos, los objetos que no tenian significado concreto (o si) pero que te acompannaban con sus formas familiares. Te mudas y entras en un libro y ocurre pocas veces en la vida pero cuando ocurre es mejor estar preparado y ser fuerte y no asustarte de que parezca inhospito o demasiado grande o de no estar acostumbrada a la textura de los muebles.

No sabre nunca si soy yo la que me he mudado o ha sido el, con sus cien millas cuadradas de terreno, el que se ha mudado a mi (me parece que tiene que ser lo primero, porque yo soy pequenna y no se si me caben dentro cien millas cuadradas) pero se que ha existido siempre y ahora ya no podremos vivir lejos uno del otro -quiza nunca pudimos y antes simplemente lo fingiamos-.

Es una maldicion como otra cualquiera.

2 Comments:

At 14 octubre, 2005, Blogger Azena said...

No tengo nada que aportar al tema. Sólo mandarte un beso cálido desde el sur...

 
At 15 octubre, 2005, Blogger Grace en el País de Las Maravillas said...

Las sombrereras leen a Faulkner, mientras las Alicias mascan sus recuerdos de infancia mezclados con tabaco y recuerdan su infancia y los hombres que las marcaron sentadas en una mecedora empapándose de sudor debido al largo y cálido verano y hasta que las sombrereras no acaban a Faulkner, las Alicias no se atreven a meter en el vídeo esa antigua cinta con los relatos de William hechos CINE, para verlos por primera vez con ojos de mujer...

 

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