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viernes, diciembre 23, 2005

La cantina

Volvi despues de un te rojo y un Gin Tonic -hay cosas que solo se pueden hacer con el corazon caliente- y ya no parecia el mismo lugar. Hay algo magico en Galway y es que nunca parece el mismo lugar. Cada dia hay algo que se transforma y tienes que tener los ojos bien abiertos para que no se te escape ningun detalle, porque si no corres el peligro de estar viviendo en una ciudad que ha dejado de existir.
No era la cantina donde comi por primera vez (no recuerdo haber estado nunca tan hambrienta) ni donde los descansos siempre duran mas de 15 minutos. Tampoco era el lugar donde puedes sacar informacion, porque la gente baja la guardia, ni era la ultima oportunidad de encontrar al manager en momentos de apuro. Ni siquiera era el mismo sitio en el que unas horas antes una chica azul me pidio una historia y me regalo a cambio una pluma de su mismo color. Y menos aun era el lugar en el que nadie adivinaria que somos -eramos- companneros de casa y muy pocos lograron adivinar que somos amigos. Volvi para decirle adios porque Doc no quiso despedirse en ningun otro lugar, porque la cantina fue el ultimo lugar que existe o porque hay despedidas que no se pueden esconder detras de una fiesta, una pinta de Guinness y ni siquiera detras de unos pimientos rellenos. Tambien porque somos sinceros, orgullosos, jugadores, ladrones, confidentes, desconfiados, viajeros, solitarios. Tambien porque siempre nos respetamos mas de lo que nunca pedimos a nadie que nos respetara.

4 Comments:

At 23 diciembre, 2005, Blogger Azena said...

parece una despedida perfecta... ¿lo ha sido?

 
At 25 diciembre, 2005, Blogger cen said...

Hola, feliz navidad. Acabo de leer los ultimos posts de tu blog. Enhorabuena y cuidate.

 
At 27 diciembre, 2005, Anonymous Anónimo said...

¿Así que tú también te despides? Yo lo hice el sábado y vuelvo a estar de vuelta. Una despedida, un reencuentro, las caras de un espejo del que nunca sabes cuándo termina y cuándo comienza, caras confusas, reflejos que se entrecruzan, cuándo vuelves, dónde vuelves. Bienvenida, hasta pronto.

 
At 28 diciembre, 2005, Anonymous Anónimo said...

EL CALOR DEL AMOR EN UN BAR
(Gabinete Caligari)



Amor, la noche ha sido larga
y llena de emoción,
pero amanece y me apetece
estar juntos los dos.
Los bares, que lugares
tan gratos para conversar.
No hay como el calor
del amor en un bar.

Amor, no he sabido encontrar
el momento justo
pues con el frío de la noche
no estaba a gusto.

Mozos,
ponga un trozo
de bayonesa y un café,
que a la señorita la invita Monsieur.

Y dos alondras nos observan
sin gran interés.
El camarero está leyendo el "As"
con avidez.

Los bares, que lugares
tan gratos para conversar.
No hay como el calor
del amor en un bar.

Amor, aunque a estas horas
ya no estoy muy entero,
al fin llego el momento
de decirlo:"te quiero"

Pollo, otro bollo
no me tenga que levantar.
No hay como el calor
del amor en un bar.

Jefe, no se queje
y sirva otra copita más.
No hay como el calor
del amor en un bar.

El calor del amor en un bar
el calor del amor en un bar.
El calor del amor en un bar
Amor, la noche ha sido larga
y llena de emoción,
pero amanece y me apetece
estar juntos los dos.

Los bares, que lugares
tan gratos para conversar.
No hay como el calor
del amor en un bar.

Amor, no he sabido encontrar
el momento justo
pues con el frío de la noche
no estaba a gusto.

Mozos,
ponga un trozo
de bayonesa y un café,
que a la señorita la invita Monsieur.

Y dos alondras nos observan
sin gran interés.
El camarero está leyendo el "As"
con avidez.

Los bares, que lugares
tan gratos para conversar.
No hay como el calor
del amor en un bar.

Amor, aunque a estas horas
ya no estoy muy entero,
al fin llego el momento
de decirlo:"te quiero"

Pollo, otro bollo
no me tenga que levantar.
No hay como el calor
del amor en un bar.

Jefe, no se queje
y sirva otra copita más.
No hay como el calor
del amor en un bar.

El calor del amor en un bar
el calor del amor en un bar.

 

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