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sábado, octubre 15, 2005

Grayuela


Lo recuerdas, verdad? Recuerdas que los hombres se dividian en cuatro categorias irreconcilibles: Los que no conocian a Cortazar, A los que no les gustaba Cortazar, los que preferian los cuentos y el ultimo grupo, el mas peligroso, el que nos hacia escondernos o temblar o poner al menos ante nosotras una gruesa proteccion de sarcasmo: los apasionados por Rayuela.

Porque nunca quisiste ser La Maga y yo nunca quise besar un Capitulo 7, y ninguna de las dos habiamos aprendido a volar, malgre Oliverio, y nos negamos con fuerza a ser parte de la historia. Nos negamos a ser descritas, o buscadas, o descubiertas y ellos solo querian decribir o buscar o describir o simplemente seguir las reglas de otro juego, amando a mujeres mayores (que podian ser su madre o que lo eran realmente), exigiendonos que fueramos mas altas, mas lejanas, mas inalcanzables.

Yo lo recuerdo siempre, y recuerdo que me costo abrir ese libro como otra maldicion (si, tambien es de esa clase de libros que te esperan) y que respire con alivio al descubrir que yo no estaba alli, que podia aprender a jugar pero que no era parte del juego, porque Rayuela es despues de todo un libro solitario, y eso es lo que ellos no comprendieron nunca. Por eso nos necesitaban y por eso me negue, me negue incluso mientras lo estaba leyendo y no podia evitar subrayar y doblar paginas pero me negaba y torcia la boca. Y tu que siempre entendiste Rayuela antes de leerla, incluso sin leerla, mucho mejor que cualquiera que respondia lleno de un raro orgullo "Oh, Rayuela, mi libro favorito". Y yo que no pude leer Rayuela sin ti, porque despues de todo tu me ensennaste a hacerlo.

Ahora que L., con sus 16 annos recien cumplidos (casi a la vez que yo) me dice: "El(siempre hay un el) no quiere quedar conmigo. Ha leido Rayuela y dice que solo quiere verme si nos encontramos por casualidad" no se si sonreir (o, mejor dicho, no se que clase de sonrisa poner en mi boca). Ahora que me deje Rayuela lejos, como si me bastara leerla una sola vez y que sigo jugando a nuestro juego, ahora que he dibujado -a pesar de mi misma- las diez baldosas y las he pegado en la puerta de mi habitacion, ya no respiro con alivio. Simplemente lo acepto, con resignacion y hasta con sarcasmo, acepto a Cortazar todo entero porque yo tambien... a veces, y cuando no me ve nadie... yo tambien soy Rayuela.

5 Comments:

At 15 octubre, 2005, Blogger Ansetobeah said...

Rayuela no puede ser para mí una lectura. No puedo ser retórico, ni elocuente, ni dialéctico... Ni apelar a mi ironía en este caso. Rayuela es una fragmento o un pedazo de mi vida... o un fragmento de mi vida hecho pedazos. Creo que quien me enseñó a leer Rayuela se la hubiera podido enseñar a leer al mismísimo Cortázar. El año en que la leí ha sido el único en que realmente viví.

 
At 15 octubre, 2005, Blogger Azena said...

Dos de las chicas que más quiero viven en este post. Voy a tener que leer Rayuela... ;-)

 
At 19 octubre, 2005, Blogger Argüello said...

Un gran comentario sobre un gran libro. Me confieso del último grupo, de los fanáticos de Rayuela. Así somos... Me declaro culpable. No hay mayor soledad y mayor compañía que la lectura de Rayuela. Un antes y un después.
Un placer haberte leído hoy.

 
At 19 octubre, 2005, Blogger Argüello said...

Por cierto, me tomé la libertad de reproducir este texto en mi blog, espero no te moleste, lleva crédito.

 
At 30 octubre, 2005, Blogger Santino said...

También es para mí Rayuela un trozo bastante importante de mi vida. La primera vez que lo leí fue, no podía ser de otra manera, jugando. Ahora ya perdí la cuenta.
De alguna forma todos estamos en Rayuela.
Pero no sé si estar del todo de acuerdo con la división. Hay algo de cronopio en Rayuela y algo de Rayuela en los cronopios. Y lo mismo se puede decir de Johnny Carter.
Ay, Cortázar...

 

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