Juegos de niños
Sólo de niña, porque luego está prohibido. No sería lógico y da miedo hasta tirarse por la ladera verde rodar y rodar y rodar y marearse y perder el control. Pero de niña era tan divertido perder la consciencia por un momento... sólo unos segundos.Cuando el héroe todavía era heroe y segaba con su guadaña el prado me subía a la carretilla llena de hierba verde. Sabía que lo más probable era que no aguantara la bajada hasta casa y me cayera. De hecho cuando no me caía resultaba un poco decepcionante. Rodaba desde lo alto de la carretilla y se me nublaba la vista y despertaba como de un lugar lejano y siempre nuevo.
Luego ya no me tiraba desde carretillas en marcha, pero descubrí muchas cosas en aquel lugar absurdo de Guadalajara. Descubrí mi crueldad, descubrí mi miedo, y descubrí que había otro modo de volver a aquel lugar. Lo llamaban "hipnotizar" y consistía en ponerte en cuclillas, agachar la cabeza, contar hasta 30 y luego subir de golpe. Entonces el hipnotizador pinzaba tu yugular con el pulgar y el índice hasta que te caías al suelo.
Después de eso nunca más me desmayé. Cuando te haces mayor hay juegos que parecen peligrosos.
Escrito por 5181553 @ 1:15 a. m.
3 Comments:
Los ídolos con pies de barro siempre se caen. El héroe descubrió su humanidad y eso lo volvió loco. Creyó que era de acero. No soportó ser mortal y se destruyó a sí mismo. Lo siento. Yo también quería ser de acero. Pero he descubierto que un corazón de acero no sirve para amar.
Quiero un corazón de nube, un corazón blandito con las puertas de par en par. Tú siempre sabrás el camino...
Hay un poema de Jose Luis Piquero que dice " Si alguna vez hemos sido inocentes, / como mascotas, puros igual que las manzanas, / nosotros hemos visto pudrirse las manzanas. "
Cuando yo era niño, jugaba a ser mayor. Ahora, de mayor, juego a ser niño. Dentro de un año, en la tercera edad media, descubriré que no hay peligros y que el único juego se termina. Y entonces comenzaré a olvidar las normas del juego, todo se confundirá y jugaré a ser inmortal. Alguna fe surgirá, alguna religión; o tal vez acepte el absurdo y me deje caer rodando por la montaña de plata. "I'm a wheel, I'm a wheel; I can roll, I can feel... "
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