Image hosted by Photobucket.com

sábado, febrero 26, 2005

Sr. Frío

Ha sido él. Estoy segura. Tenía que haberme dado cuenta, pero al principio parecía tan hondo, tan apasionado, tan vivo, que ni siquiera fui capaz de intuirlo. Me sente en frente suyo y mientras hablaba yo sentía cada vez más frío. Temblaba. Me puse la cazadora. Seguía temblando. Me puse la bufanda, los guantes, el gorro. Era igual. Sólo dejé de temblar al llegar a casa.
Otro día dió una conferencia. También vivo y apasionado, pero exactamente igual que el otro día, cuando empecé a tener frío mirándole a los ojos (porque no me permitió mirar en ninguna otra dirección). Mismas palabras, mismas imprecaciones. De repente lo comprendí todo. El frío empezó a invadir la sala. Sus alumnas se ponían el abrigo, los guantes, la cazadora. Yo apenas me tapé. Quería sentir aquello, sentir cómo una sola persona era capaz de desprender tanto frío.
La nieve ya ha cubierto casi toda la provincia. En Gijón no hay quien pueda salir de casa. Días de perros. Casi no se habla de otra cosa. Tengo todos los músculos, los huesos, todo entumecido. ¿Cómo ha sido posible? ¿Cómo ha sido capaz de llenar de frío una ciudad entera, una provincia entera, un país entero? Parecía tan vivo...