La carta
Lo más valioso es lo que no se ve. Ya lo decía el Principito. Así que busqué dentro de todo lo que había en esa carta las cosas que no se veían. Dentro de una rosa del desierto estaba el jardín las rosas que no se ven, en el musk la fragancia que no se veía, en la mano de fátima la suerte que no puede verse, en la arena del desierto casi pude ver al Principito, a punto de escapársele una sonrisa... en el libro estaba un invisible encuentro que nunca llegó a producirse, entre las palabras había tantas tantas cosas que no se ven que todavía las estoy respirando, se me incrustaron en la piel como la arena de aquel desierto... Bach suena invisible, hasta el infinito.
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